Consejos útiles para hacer compost casero

Al buzón de nuestras redes sociales Facebook y Google Plus nos llegan muchas preguntas de los nuevos aficionados al huerto y al jardín, pero hay una que últimamente se lleva la palma: cómo se hace el compost.

¿Tú también tienes dudas sobre cómo hacer compost en casa? ¿Ya has probado alguna receta de compost, pero no te ha funcionado? Hoy en nuestro blog Disfruta Tu Jardín vamos a hablar de cómo hacer abono orgánico, cómo hacer fertilizante casero o compost con cuatro conocimientos básicos y un poquito de arte y paciencia. ¿Te parece interesante? Sigue leyendo…

El compost

El primer paso para aprender a hacer compost casero de calidad es saber qué es y para qué sirve.

Qué es el compost

Un fertilizante natural, un abono orgánico elaborado a partir de detritus orgánicos. La técnica de elaboración del compost se denomina compostaje y es una estupenda y ecológica forma de reciclaje y reaprovechamiento de recursos que, bien hecha, puede mejorar muchísimo tanto el aspecto de nuestro jardín, como el aroma y el sabor de los productos ecológicos que cultivemos en nuestro propio huerto urbano.

Para qué sirve el compost

Como cualquier otro tipo de fertilizante, el compost sirve para enriquecer la tierra de nuestro huerto ecológico, jardín, macetas, etc. El objetivo de este abono es dotar de alimento extra, de humus, a las plantas, flores, verduras, etc., que cultivemos a pequeña escala.

Otros beneficios añadidos que obtendremos de dedicar algo de tiempo a fabricar compost:

– Ahorro en fertilizantes químicos.

– Mejora de la calidad de la tierra de nuestro huerto o jardín.

– Apoyo a las diferentes prácticas ambientales en pro de la mejora del medio ambiente, la ecología y la sostenibilidad de nuestro maltratado planeta.

Hacer compost paso a paso

Hacer compost es más fácil de lo que parece a simple vista, sólo tenemos que seguir una serie de pasos:

  1. La caja del compost.

Para empezar el compostaje tienes que elegir el recipiente en el que irás colocando los elementos orgánicos que el tiempo y la acción de los insectos convertirá en ese fertilizante llamado compost. Si es la primera vez que haces compost y no necesitas demasiada cantidad, te aconsejamos que escojas una caja de madera con las tablas abiertas, la típica caja de fruta y verdura que puedes pedir en el mercado local o construir tú mismo con unas tablas y cuatro clavos. La caja debe ser abierta para oxigenar el montón de compost y tiene que tener un fondo de madera para evitar que los detritus entren en contacto directamente con la tierra de tu huerto o jardín.

Si decides hacer más cantidad de compost y ya tienes algo de experiencia en compostaje, puedes elegir un rincón del huerto para ir echando los detritus que formarán el fertilizante casero. Si te decantas por no utilizar caja, recuerda que debes proteger de alguna manera el suelo sobre el que descansará el compost colocando ramitas, maderas, virutas, serrín, una buena capa de tierra, etc.

  1. La lista de componentes del compost

Si es la primera vez que elaboras compost casero, es normal que te surjan dudas acerca de qué añadir y qué no añadir a la caja de compostaje.

En general, podemos dividir entre dos tipos esenciales de residuos para el compost: los secos y los húmedos.

Los componentes secos del compost:

– Restos de los trabajos de poda o tala que siempre tenemos después de utilizar la podadora en nuestro huerto o jardín.

– Las hojas secas que hayas recogido con tu aspirador de hojas.

– Malas hierbas, tallos y raíces siempre y cuando no estén podridas, llenas de hongos o recién sulfatadas.

– Las ramitas, hojas y demás de tus setos cortados.

– Cáscaras y pieles de nueces, avellanas, almendras, pipas…

– Cáscaras troceadas de huevos.

Los componentes húmedos del compost:

– Pieles, cáscaras, semillas, etc., de frutas.

– Hojas exteriores y pieles de verduras y hortalizas.

– Césped que hayas cortado de tu huerto o jardín.

– Granos y posos de café ¡son excelentes!

Los componentes húmedos del compost suelen desprender mal olor cuando se pudren, así que es muy aconsejable que remuevas el compost (lo airees) de vez en cuando y que vayas alternando capas de residuos húmedos y secos.

Otro consejo para hacer un buen compost y que algunos aficionados olvidan es el riego. Un buen compost no tiene que estar seco como la mojama, aunque tampoco tiene que parecer un lodazal, claro.

El compost admite casi cualquier tipo de desperdicio orgánico y no admite, por supuesto, esos desechos que deberíamos dejar apartados para llevar al punto de reciclaje más próximo: plásticos, botellas de cristal, tapones, cerámica, ropa, calzado, papel film o papel de plata.

El compost tampoco admite los excrementos de nuestras mascotas, las raíces enfermas que hemos ido arrancando de nuestro huerto o jardín, los huesos de pollo o de chuletas, el corcho…

En pocas palabras: la caja del compost o el rincón de compost de nuestro jardín NO es la papelera ni el basurero del huerto, es un sitio donde depositar ciertos materiales para conseguir poco a poco ese fertilizante casero que mejorará increíblemente los resultados de tu huerto o jardín.

Si te surge alguna duda sobre cómo utilizar tus herramientas de jardín para cuidar y mantener tu compost o fertilizante orgánico contacta ahora con nuestro Servicio de Atención al Cliente, un grupo de expertos que llevan más de 15 años aconsejando tanto a profesionales como a aficionados del mundo de la horticultura.



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